Tarot evolutivo

En realidad, el trabajo con el Tarot sólo puede ser evolutivo porque está en la esencia misma de su configuración, pero prefiero ponerle el apellido para excluir activamente el tinte adivinatorio y la carga de superchería que se le ha ido adhiriendo.

Me gusta hablar de 1 + 21 arcanos mayores y un total de 1 + 77 arcanos mayores y menores, quizá para hacer valer las cifras 21 y 77, por su preciosa carga simbólica revalidada en tantos conocimientos ancestrales, pero también sobre todo para reforzar el arcano 0. El Loco, el de la potencialidad plena, como el que te describe a ti en concreto, a mí… es el que encarna todas las cartas,  el que se presta a recorrer la aventura de vivir, el ser, el bebé que siente, que vive en presente y para quien todas las posibilidades están abiertas.

En un recorrido en espiral que nunca termina, el Ser, perfectamente inocente y conectado con sus sentimientos y su mundo sensorial, aparece en la Tierra y va viviendo las sucesivas experiencias desde que nace, a su vez desde el encuadre que conforman en él y con respecto a él los siguientes cuatro arcanos: I-El Mago, II-La Papisa, III-La Emperatriz y IV-El Emperador. En la estructura formada por los cuatro nace a la vida El Loco, y todo lo que le espera va a estar marcado seguramente por la relación que mantiene con cada uno de ellos -con el mapa que configuran entre los cuatro-, que en la práctica, muy escuetamente dicho, representan respectivamente a la fuerza creadora del Universo (Dios), la fuerza espiritual femenina (el verbo, el diálogo, el canal para la creación), la madre terrenal y el padre terrenal: dos fuerzas masculinas, una espiritual y otra terrenal, y dos fuerzas femeninas también una para cada dimensión.

Cuando El Loco descubre que su universo está llamado a crecer más allá de las paredes de su hogar, llega la gran crisis, el cinco, el maestro, el gran aprendizaje; ahí se encuentra con el quinto arcano, V. El Sumo Sacerdote; ahí empieza el viaje del héroe y todas sus sorpresas.

Y, en el recorrido, cada casilla tiene un significado muy preciso y a la vez muy sujeto a la sensibilidad y al momento de cada persona que lo mira, de manera que se vuelve una lámpara a la luz de la cual mirar el asunto de que se trate y siempre dejará a la vista pistas nuevas.

Cada uno de los arquetipos está tan claramente vinculado a momentos de la vida, a aspectos que son tan esenciales y tan de todos; desde lugares tan sencillos de entender -tan fácil identificarlos con situaciones ya vividas, con trazas de la sensibilidad o de la imaginación, con la vida misma…- que casi es más fácil avanzar hacia su significado completo mediante la introspección o la apertura a la inspiración que con el estudio de las diversas interpretaciones de los autores.

Personalmente, voy a confesar que llegué al Tarot en un momento en el que todo lo que me importaba era encaminar mi vida hacia algo más que esperar a la jubilación con un trabajo que, por bueno y bien remunerado que fuera, empezaba a parecerme dar vueltas a una rueda que no llevaba a ningún sitio. Sin embargo, nunca me había interesado el Tarot y, si era poco proclive a hacer terapia, menos aún a prestarme a algo tan vinculado a la superchería y a la charlatanería.

Y la cosa se dio así: con un libro de meditación se me abrió un mundo que, entre otras aventuras como dejar definitivamente mi puesto de trabajo, me puso en contacto con una maestra budista que resultó ser también una estudiosa del Tarot y que me convenció para acudir a un taller, convencida de que iba a ayudarme a enriquecer mis prácticas de meditación, como así fue. El taller duró tres tardes seguidas a razón de tres horas, en una casa particular en Madrid. Lo demás ha sido por mi cuenta, si puede llamarse así cuando todo lo que me ha ido trayendo la vida me ha ayudado y me sigue ayudando a encontrar en el Tarot asiento a todo lo que aprendo y a ensanchar la comprensión de los arquetipos como algo que excede a cualquier libro incluido éste sin palabras pero que en él está muy inspiradamente recogido y organizado.

Recomiendo siempre a algunos autores en función de mi propia criba después de haber leído mucho, como Sallie Nichols, Hajo Banzhaf, y cómo no Alejandro Jodorovsky. Me sorprendió encontrarme con que Peter D. Ouspensky tuviera un libro sobre los arcanos mayores tan sumamente inspirador. Y a todos tengo la intención de irlos reseñando en el blog. Pero sobre todo a quien quiera recorrer este camino recomiendo mirar cada  carta, empatizar con ella y escucharla con toda la disponibilidad.

talle1r

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