6 y 7 de julio, Tarot y movimiento

cartel tarot 2019
Aprender el significado de las cartas del Tarot pasa por una expansión de la conciencia que puede ser la mejor celebración para tu cuerpo y para tu alma, por un camino de fluidez y facilidad que te sorprenda y que te ayude a reconocerte en quien realmente eres.
La oportunidad de dedicar un fin de semana a asomarnos a ese conocimiento puede ser el mejor regalo hacia la inflexión que estás necesitando, además de la apertura cierta a un conocimiento francamente útil en tu día a día, incluida tu dedicación profesional, por supuesto.
Seguramente, cada momento es bueno para aprender aquello que está a favor de la mayor fluidez vital y cordura, éste parece resultar óptimo, dada la necesidad perentoria de avanzar hacia quien realmente somos cuando fuera todo parece querer confundirnos de nuestra esencia.
Copio y pego lo publicado en la página de Munay Río Abierto, que es donde se desarrollará el taller, a modo de programa-guión, y me ayuda a aclarar que el curso está enfocado a re-conocer todos los arquetipos.
Por más que resulte apabullante tanta información seguida, el planteamiento y las herramientas del curso hacen que se vuelva fácil y que se vuelva un proceso digestivo, liviano, sanador y muy elocuente.
Si bien, no es posible en un fin de semana profundizar tanto como aconseja un conocimiento tan vasto y tan profundo, sí que es suficiente para abrir compuertas de una sabiduría que está ahí siempre.
La colección de imágenes universales que conforman el Tarot recobran en ti su significado completo y se vuelven una colección de lámparas maravillosas, con frecuencias de luz que ayudan a ver el sentido de cada cosa, de cada momento, de cada situación.
En este taller intensivo recorreremos los arquetipos de este libro sin palabras, resonando con ellos a través del cuerpo, con dinámicas apoyadas en la música, en el silencio, en la expresión creadora, por caminos que ayudan a encontrar significados reales y, sobre todo, a integrarlos con facilidad y fluidez para que se pongan a nuestro servicio.
No necesitas conocimientos previos. Trabajamos sin calzado y con ropa cómoda.
  • Taller de fin de semana: 6 y 7 de julio, de 10.00 a 14.00 y de 16.00 a 20.00 los dos días
  • Precio: 160€. 
  • Información y reservas en info@munayrioabierto.es, o +34 651 840 300
  • En Munay Río Abierto Madrid. Calle General Palanca 24. <M> Delicias.
  • Con Lola Bastos. Teléfono + 34 669 386 379
1. LA CREACIÓN 
0. El Loco: el protagonista, Ser, instinto, libertad, potencial infinito.
I. El Mago: Unidad, Creador, Todo
II. La Sacerdotisa. devoción, dualidad
III. La Emperatriz: Tierra, placer, abundancia.
IV. El Emperador: dirección y sentido, límites, pensamiento racional.
Arcanos Menores: Bastos: Fuego, inspiración, transmutación, pasión…
2. EL VIAJE, LA EXPLORACIÓN EXTERNA
V. El Hierofante: vértigo, expansión, maestría.
VI. El Enamorado: el compromiso que libera,
VII. El Carro: movimiento de avance, anchura, dar-recibir
VIII. La Justicia: equilibrio, principio de causa efecto.
IX. El Ermitaño: valentía, independencia, misión
X. La Rueda de la Fortuna:… y la vida sigue con sus propuestas.
Arcanos menores: Copas: el Agua: conectividad, iniciación, amor…
3.-  EL VIAJE INTERNO
XI. La Fuerza: coherencia, alineación de centros Inteligencia-corazón-instinto.
XII. El Colgado. observación, suspensión del ego
XIII. La Muerte: transformación, muda la piel
XIV. La Templanza: el ángel de la guarda, apertura a la ayuda
XV. El Diablo: la sombra, el ego, las adicciones
XVI. La Torre, el fracaso liberador.
Arcanos menores: Espadas: el Aire: pensamiento, verbo, verdad.
4. EL CAMINO DE VUELTA
XVII La Estrella: certeza de guía afortunada
XVIII La Luna: ciclos, misterio
XIX. El Sol. verdad, luz, vida
XX. El Juicio: la puerta al paraíso, el perdón, la visión de lo próximo
XXI. El Mundo. Danza y bendición
Arcanos menores: Oros: la Tierra: encarnación, concreción, construcción
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Un puente, una liberación

Aun cuando es para liberarte de imposturas y de armaduras inútiles y caducas, el cambio duele. Aun cuando el momento está siendo un salto hacia lo más vital y alegre de tu corazón, no es fácil desprenderte de lo que lo impide. Toda tu fricción interna -venga de donde te parezca que venga- es sólo el impulso necesario, ciertamente incómodo, para atravesar un puente que puedes comprender en la teoría y que nadie puede recorrer por ti. Y no hay nada en tu estructura mental en este momento que pueda hacer de bastón, porque el propósito es tan exclusivamente tuyo y descansa tan en tu esencia única que no existen recetas ni resulta fácil de entender con la razón. Se trata de caminar con la guía del corazón -se trata de dar pasos heroicos, porque son pasos reales y porque están afinados con tu sensibilidad más exquisita. Eso significa pasar muy cerca de una herida a la que quizá nunca hayas querido entrar o a la que quizá le falte algo por restañar o puede ser que esté ya curada, pero la cicatriz está demasiado cargada de dolor siquiera en un nivel recuerdo… Pero no parece que haya otra opción más que avanzar, cuando está lista una liberación quiere encaminarte en armonía con tu alma. Y, aunque puede ser muy rápido, no hay prisa que tengas que hacer valer, porque se trata justamente de acompasar tu ritmo vital más verdadero, y porque todo ha de darse dejándote abrazar  por una parte de ti donde el tiempo no es lineal, aunque eso sí: el momento te necesita en una actitud de avance incondicional, desapegada de viejos requerimientos. Que sea en escucha plena de tu corazón, en esta mañana luminosa de cantos de pájaros y olor a jazmines.

(Por si no se aprecia en la foto, la interpretación corresponde a la secuencia Cinco de Bastos-Seis de Copas-XIII Arcano sin nombre)

 

Siempre a la orden

El futuro maneja claves que hoy no están

El futuro maneja claves que hoy no están. Ahí empieza y acaba todo lo que quiero decir pero voy a seguir un poco: el futuro es más grande de lo que podemos alcanzar a anticipar con los parámetros de hoy -sólo nos podemos ocupar de hoy.

Con esto renuevo mis argumentos para no pretender jamás adivinar el futuro en la consulta aunque lo parezca a veces, porque lo único que haría es empequeñecer de forma antinatural lo que necesariamente tiende a la expansión.

Y, para la ocasión, rescato un texto de hace dos años en un momento de descubrimientos en la dirección de resoluciones inesperadas con efectos inmensamente superiores a lo previsible, también en primera persona, así que no puede ser más verdadero. Ahí va, con una confianza renovada en que la vida es todo lo grande, sabia, amorosa y vital que le permitamos sin pretender saberlo todo, y se manifiesta en función de nuestra disposición a ensanchar el cáliz que somos:

Me pregunto cómo podría adivinar yo el futuro, cuando creo que las posibilidades de cada momento son infinitas, tanto que la mayoría no se me alcanzarían jamás. Y, más aún, ¿como osaría hacer semejante cosa cuando vengo siendo testigo de caminos que se abren nuevos y que son inmensamente mayores y mejores que lo que la persona en cuestión habría elegido, desde la situación que estaba viviendo y que le trajo a la consulta?

El privilegio de trabajar con las cartas del Tarot viene de entrar a lo grande en el presente, que es donde ocurren las cosas, que es donde vive la impaciencia, el dolor, la alegría, el amor, la curiosidad, los recuerdos y los anhelos. Y es donde se abren las posibilidades, se sanan las memorias y se liberan los lastres. 

El lenguaje simbólico de las imágenes arquetípicas permite una apertura hacia una comprensión tan grande y tan profunda de cada cosa que me sigo maravillando una y otra vez. 

Y no sería posible sin el impulso de la situación de que se trate en cada momento. Así que gracias. De todo corazón por contar conmigo. Es un privilegio. 

Aquí puedes contactar conmigo.

Otra mayoría de edad

Al hilo de una tragedia que me tenía atenta a la tele, veo al alcalde de Málaga, Francisco de la Torre. Lo reconozco inmediatamente porque ya lo era cuando yo vivía allí y fue uno de los personajes de quienes tuve que despedirme cuando dejé aquel periodismo, aunque en este caso no fue ninguna obligación porque me caía especialmente bien. (Voy a confesar, así, entre nosotros, que el hecho de que su predecesora fuera Celia Villalobos, habría hecho bueno, creo, a cualquier sustituto. No hay palabras para explicar con facilidad la alegría que me llevé cuando la nombraron ministra de Sanidad. Supongo que debería de haberlo sentido por los administrados, pero había algo como de supervivencia en primera persona que hacía que sólo me importara que se fuera de allí).

La estampa de Francisco de la Torre, Paco para todos en cuanto cruzas dos palabras con él, a quien creo que no había vuelto a ver desde entonces, ha sido como el interruptor que me ha ayudado a darme cuenta de que un fin de semana como hoy, pero de 2001, viajé a Madrid convocada por los rigores de Fitur, y me reuní con el intendente de mi empresa ante el que reportaba, para decirle que me quería ir aprovechando las ventajas que ofrecía un expediente de regulación de empleo (ERE) que estaba entonces vivo y que era como una fiera corrupia para la mayoría de la plantilla, sobre todo para los más veteranos.

Voy a aprovechar –no sé si como quien trata de recuperar la honra o para hacer justicia con aquel jefe, que intentó por todos los medios que no siguiera mi plan– para decir que si hubiera querido habría podido rascar una mejora en mis condiciones laborales y que él no quería ni darse por enterado hasta que no me lo pensara y volviera a Madrid a reunirme con él. Por teléfono, después, me pidió que entre los dos revisáramos los lugares del mundo donde yo creyera que podía encajar porque había delegaciones en movimiento y yo tenía que estar donde me sintiera bien… Pero yo estaba más que decidida a irme, y no me apeé; era como si una ola me llevara por delante, con una alegría tan fuerte y tan evidente que se hacía incomprensible para quienes no me conocían -y también para algunos de los que sí que me conocían- y que dio lugar a todo tipo de habladurías que me tenían espeluznada y que sólo confirmaban que ése no era mi lugar.  Volver a aquellos días es tocar una sensación de aventura comparable solo con lo de enamorarse.

Y es también de justicia reconocer que dejar la Agencia Efe, teniendo además un puesto de delegada en un sitio tan magnífico, fue sin embargo casi sólo una anécdota dentro de la revolución vital que estaba yo viviendo. En ese momento, sabía con seguridad que no me quería jubilar como periodista -no me gustaba nada cómo envejecían mis compañeros; me parecía grotesca su forma de valorar y de narrar una y otra vez acontecimientos de medio pelo que no pasaban de batallitas irrelevantes, sólo porque los vivieron de cerca. El mundo de la cooperación me resultaba atractivo, pero lo único que acertaba a enfocar realmente era a querer viajar y llegar a sitios donde no tuviera que dar explicaciones a nadie de nada.

Al salir de mi último día de trabajo, en vísperas del Día de Andalucía, pasé caminando por una calle que tenía un herbolario y una librería muy completa, dos sitios a los que venía entrando una vez a la semana como promedio. Me compré unos cuantos libros -Los cuatro acuerdos, de Miguel Ruiz y Las enseñanzas de Don Juan, de Carlos Castaneda entre ellos- y después entré al herbolario y vi que anunciaban para ese día a una mujer que leía las cartas, así que sobre la marcha me animé por primera vez en mi vida a semejante locura, más como un acto divertido de rebeldía que con ningún otro objetivo ni confianza en algo así. Era una baraja española. Me acuerdo muy bien de la mujer, muy menudita y con el pelo muy largo negro -casi azul- con una piel oscura y muy fina, a quien se le agravaba un poco la voz cuando hablaba al dictado de lo que veía en las cartas («…dicen las cartas que te da coraje que la gente se separe pero tú también  necesitas irte…»). Me recomendó manejar cuarzo citrino y me compré una priámide chiquitita de ese cristal allí mismo. A continuación estuve durante horas frente al mar.

Lo último que en ese momento me habría imaginado es que mi dedicación pudiera llegar a tener algo que ver con las cartas. Lo último de lo último. Sin embargo ahí se me debió de quedar prendida una semilla, y muy poco después descubrí a Alejandro Jodorovski y me empecé a interesar por el Tarot en todo lo que ayudaba a entender las vías espirituales y de sanación en las que andaba yo indagando.

Ha llovido mucho desde entonces. He corregido muchos libros, he escrito muchos textos que han firmado otros; he impartido talleres de escritura creativa, he trabajado por mi cuenta, para terceros, para sinvergüenzas que se pretenden maestros, para gente buena… He pasado épocas donde no podía asumir tanto trabajo como se me ofrecía y con presupuestos sobre los que yo tenía voz, y luego me he visto haciendo ronda por teléfono inútilmente para que mis clientes se acordaran de mí… Día hubo en que coticé por facturas que no logré cobrar.

Y también me he formado en infinidad de métodos de terapia y he conocido a otros tantos gurús, y aunque de muchos de ellos he salido huyendo, reconozco también a algunos maestros en el pleno sentido de la palabra; sabios (y sabias) comprometidos con el potencial humano, gente con visión y generosidad para apuntalar talentos ajenos.

De entre ellos, quiero resaltar a la artista uruguaya Graciela Figueroa, con quien he aprendido tantas cosas -está tan en la esencia de lo que proclamo y de lo que voy desplegando y comprendiendo que es capítulo aparte. Sólo diré, por destacar lo primero que entendí, que la danza en todas sus formas -incluida la quietud- es una cosa orgánica y sanadora, que ayuda a armonizar el cuerpo, la mente y las emociones, y a liberar al ser, a través de la expresión corporal más vital y genuina.

También quedará para otro escrito las puertas que tuve que pasar para estar ahora donde estoy; por ahora me voy a conformar con honrar que el hilo conductor de todo este tiempo ha sido no dejar de estudiar y practicar el Tarot, un libro sin palabras que es infinito, porque se nutre de todo y da sentido a todo. Aprovecho por eso para hacer valer su sabiduría, que es una ayuda espléndida, tanto en consulta como aprendiendo el sus significados. Y para agradecer inmensamente todo cuanto me ha traído hasta aquí.

El chispazo de ver a Paco de la Torre y de la coincidencia con Fitur ha sido imprevisto; yo estaba pendiente de la noticia de un niño que ha abierto los informativos las dos últimas semanas, finalmente rescatado desgraciadamente sin vida. Y estaba pensando en cuánto bueno ha despertado en los demás, mientras descubría con mucha emoción unos brotes verdes en unas hojas rescatadas de una crasa que pasó a mejor vida y que metí en agua con escasa fe, allá por agosto. De eso estaba pendiente, a vueltas con la fe y con la inocencia, cuando me he dado cuenta de que hace 18 años tomé la decisión más importante y más incomprensible de mi vida. Ahora sí he alcanzado la mayoría de edad. Y todo está desplegando brotes nuevos. Me felicito de corazón y lo celebro. Gracias.

2019: la hora de la Verdad

Está amaneciendo y todo ha de quedar a la vista. Todo. En toda su Verdad –en toda su capacidad sanadora. La Luz que aparece hacia adelante abre un horizonte desconocido creciente que acierta a desplegarse infinitamente despejando la visión y desvelando la realidad, ensanchando la conciencia y la vitalidad; es de una cualidad que inevitablemente deslumbra momentáneamente a lo de hoy. Atrás quedaron las sombras melifluas, las oscuridades inmanejables, los cantos de sirena… La quiebra radical y sin vuelta atrás de las medias tintas es un fuego que arde sin contemplaciones y se lleva por delante cualquier concesión a la morriña que parecían empeñarse en nutrir las viejas neurosis.

La noche ha sido larga y, sobre todo, había mucho trabajo que hacer debajo de todos los velos de la confusión; de entrada, no estaba tan clara la diferencia entre el sueño y la realidad pero sobre todo, lo que ha sido más duro es que pocos sueños se han mantenido como fantasías inocentes -que si no se han vuelto propósitos con los que comprometerse se han revelado como pesadillas terribles. Ha sido larga y fría la noche, y se ha impuesto en una actividad emocional difícil de esquivar: no sólo la fuerza de la riada es incontestable; casi más temible es la capacidad corrosiva de la humedad inapreciable a simple vista, la que avanza mohosa y mortecina y que se detiene en la tuberculosis para cantar un logro del que no quiere salir porque no se da cuenta de que ahí sólo hay muerte -todo lo incompleto es una especie de mentira y la mentira está enferma como la muerte en vida- y eso es un contrasentido muy loco.

Y no ha servido, para sacar todo el partido al proceso, ninguna reflexión cabal, ningún parámetro conocido -ni agudizar la visión tratando de extraer el aprendizaje aún pendiente, ni el discernimiento de motivos que pudieran explicar desde asientos antiguos los porqués o los para qués. No ha servido porque lo que requerían las honduras donde se ha venido a revolver todo era simplemente tu mirada y tu consideración -es sabido que el plus de un abrazo acelera la cosa, pero no siempre es posible, así que al menos tu mirada y tu consideración.

Ha sido una noche larga -mucho más allá de la frontera de un año; cada cual sabe cuánto ha durado. Lo de hace un par de años fue solo un respirito imprescindible cuando ya no se podía más, para poder hacer este tránsito final del que salimos ahora renovados y fortalecidos, dispuestos a despertar: el revolcón de no dejar pendiente nada de lo sombrío, de lo confuso, de lo delirante; de no pasar por alto ninguna herencia enferma, abrazar la sensibilidad a veces insoportable que te asiste en cada herida que no quieres mirar y que se impone porque la cosa está para la vida…

Y todo formaba parte de la verdad, como forma parte de la verdad que la sensibilidad femenina lleva demasiados siglos ocultándose o como forma parte de la verdad que nos dedicamos inútilmente a cuartear la realidad como si el planeta no fuera uno solo o como si el eterno femenino en toda su vocación para la vida pudiera considerarse como un mundo aparte. Como si pudiera atenderse la vida en uno solo de sus aspectos, o como si la sanación tuviera algo que ver con resortes vengativos… Aún así, era lo que había -es lo que hay- y había ver dónde dolía más y dónde es más urgente la sanación.

Pero ya está saliendo el Sol y el Sol sale para todos sin excepción, que hasta La Luna se recupera a sí misma gracias a su preciosa Luz redentora. Ya está saliendo el Sol y nada va a poder sustraerse a su anchura de visión, a su resurrección, a su capacidad redentora y revitalizadora. Hasta el tóxico de las aguas estancadas ha de reactivarse en formas de vida asombrosas y generadoras de más y más vida, más y más luz, más y más sanación, más y más alegría de vivir, más y más autoconsciencia, más y más sentido, más y más verdad de ser… Es natural la resistencia a abandonar la noche cuando hace tanto tiempo que el único consuelo era esconderte debajo de la almohada.

Con el sol en lo alto, termina la miopía disgregadora. La cuestión deja de ser si la verdad es una o varias, o si es una ecuación de suma de verdades y resta de mentiras, o si es interpretable. Lo que ahora pasa a primer término es la vida -la realidad, la vitalidad- y ahí hay poco que discutir. De hecho, no parece el momento de distraerse en disquisiciones cuando la cosa es tan clara. No parece momento más que para hacerse (o no) disponible.

Estamos en 2019, amigos, nos asiste el arcano XIX: El Sol. Despertar es una oportunidad para renacer. La angustia de la soledad puede dar paso a la conciencia de integridad; la locura de las hipertrofias perceptivas se ha de volver pura visión cabal, y el miedo a los monstruos internos es ahora anecdótico en comparación con el compromiso de la expresión del ser en plena lucidez. Nos asiste el Sol, no se puede pedir más; sólo dejarnos llegar y permitir que la vida y la gratitud se vayan desperezando y mostrando lo que hay. En toda su inocencia; en toda su potencia.

Feliz amanecer. Feliz despertar. Cada pequeño movimiento ha de oxigenar la realidad. Que sea para la vida y para la alegría de vivir.

Se aprende lo que se expresa

Me produce tanto respeto la vastedad del contenido de cada carta del Tarot, que la forma más honesta que se me ocurre para impartir ese conocimiento es propiciar en cada quién su expresión genuina. Ése, entre otros, es el sentido de dar una clase que incluye la dimensión corporal, a través de la música, el movimiento y el masaje, entre otras herramientas del sistema Río Abierto.

Ya son unos cuantos años los que llevo trabajando a pleno rendimiento con estos misteriosos arquetipos -a la vez tan sencillos desde lo humano- y cada vez constato con mayor claridad la anchura y la hondura de cada uno de ellos -creo también que cada uno de ellos tiene una vocación de plenitud que podría acoger y explicar el Universo entero desde donde él lo percibe. Y me parece que es eso lo que hace que cualquier carta que salga se vuelva útil: cada una es luz de una determinada intensidad y frecuencia vibratoria, siempre para ver más de la realidad y de un@ mismo.

Y es esto mismo lo que vuelve inútil la discusión sobre la razón última de que salga una carta y no otra, y algunas otras disquisiciones que surgen cada vez que sale al tema el Tarot y los posicionamientos tan apasionadamente contrarios que genera.

No hace falta que confiese llegado este punto el respeto infinito que me merece este libro sin palabras, no porque lo considere «mágico» ni «sagrado» en sí mismo, sino por lo que tiene de elocuente sobre cada paso en la aventura de vivir en este recorrido entre que nacemos y morimos qué sí que es profundamente sagrado y que es precisamente lo da sentido al Tarot como oráculo.

Y reconozco, además de mi vocación de «bruja», mi inclinación a compartir todo lo que sé y que voy sabiendo, creo que no tanto a través de nuevos libros como en el trabajo en la consulta. Y, desde luego, en cada clase que imparto, cada intento de explicación es un regalo para mi propia comprensión y por lo tanto para mi aprendizaje -en esto coincido con mis profesores favoritos.

En ese sentido, confío en que las próximas sesiones y talleres de Tarot y Movimiento -el viernes 15 en Madrid; 23 y 24 en Montevideo, y 30 y 31 en Buenos Aires– sean también para mí una oportunidad de aprendizaje y de autoconocimiento a través de estas singulares lámparas que son los 78 arcanos mayores y menores, que parecen infinitos.

La metodología básicamente es propiciar, a través de dinámicas corporales, la expresión de cada significado, de manera que cada cual encuentra no solo el verdadero sentido de la carta sino un impulso desde donde seguir explorando. Por ese camino, la memoria celular se encarga de integrar para siempre un contenido que es infinito y que quiere volverse útil en el mejor momento.

Trabajamos descalz@s y con ropa cómoda. Y las plazas son limitadas así que es interesante reservar para no dejarlo todo a la magia del fluir -aunque ésa está siempre.

Gracias por la acogida y la confianza.

Entre brujas nos reconocemos

Podría ser una anécdota simpática, de un encuentro curioso, sin más, pero es un episodio con consecuencias tan benéficas que me llena de alegría. Para hacerla corta y por el interés general del resultado, voy a empezar por el final: existe un remedio natural, hecho de una mezcla de hierbas, que tomado en infusión sirve para pasar página, especialmente de episodios que generan sufrimiento desde el pasado. Comprendo que al escribir esto, me juego la credibilidad que me quede, poca o mucha.

La carta en concreto a la que está asociada esta mezcla de hierbas -de cuya composición prefiero no acordarme para no correr el riesgo de violentar ningún secreto- es La Estrella. El arcano mayor número XVII -uno de mis favoritos, voy a confesar, no debe ser casualidad que vuelva sobre él- es de un poder inconmensurable porque conecta con las certezas más profundas; no tanto la esperanza ni la fe, sino las certezas. Con una sola estrella a la vista, la certeza de la luz en medio de la noche es un hecho, por más que siga siendo de noche. Es un hecho que no tiene marcha atrás. Otra cosa es la interpretación de cada quién…

Pero -y aquí viene la necesidad de esta exquisita infusión mágica- sobre todo, lo que la estrella denota es una sanación radical después de un episodio atroz en el que tuviste que llegar hasta el centro del laberinto y derribar a un dragón espantoso -tan espantoso era el dragón que es difícil soltar su estampa; es difícil no mirar hacia atrás, en la fantasía terrorífica de que pueda revivir y acecharte por la espalda, aún cuando sabes con seguridad que ya no existe. Es de esos momentos en que podemos perder la señal por culpa de seguir mirando atrás -con todo lo comprensible que sea, estamos sencillamente encarnando el mito bíblico recogido en el Génesis que se le atribuye a Edith, la mujer de Lot cuando fue convertida en estatua de sal por desobedecer el mandato de no mirar hacia atrás.

Y por más que sabemos cuánto paraliza lo de mirar atrás, y cuánto conviene especialmente evitarlo en los momentos en que el cielo se vuelca en señales, existe un extraño apego a volver sobre el pasado para seguir cargándonos de razón sobre lo terrible -o lo injusto, lo temible, lo peligroso…- de lo vivido.

Y en esta disertación me hallaba yo en animada charla con la que reconozco como bruja y que, entre otras cosas, conoce el comportamiento de las plantas en el organismo humano en todos los niveles energéticos, cuando se produjo el chasquido que me hizo preguntarle si concebía una mezcla de hierbas que ayudara a aceptar que ya pasó el dragón, el laberinto y el peligro. Mi amiga no me prometió nada pero le brillaban los ojos y alguna inspiración le llegó sobre la marcha -recuerdo que citó alguna hierba…

Recientemente me confirmó la fórmula, le llevó un tiempo -tres lunas quizá- y me ha prometido que me entregará en breve una muestra para que la pruebe. Me siento tan honrada con la idea de experimentar en mi propia piel la eficacia de esta pócima nueva, obra de esta compañera de akelarre cósmico, como del nombre que le ha puesto: «Andá que te cure Lola». No se puede ser más generosa.

Gracias, G.P. qué fortuna grande haberte encontrado y que nos hayamos reconocido, querida bruja.

Para ti y para las demás brujas del camino, este tema de la genial Amparanoia:  https://www.youtube.com/watch?v=Dx3wCTAbJI4

 

 

 

La clave está en La Estrella

Fue una apoteosis tan luminosa y tan feliz; como el final de una película donde un solo detalle desanuda de súbito una madeja y reparte camaradería y éxito para todos. El cielo estaba tan azul y la luz era tan hermosa que bien podía ser «An other day of sun» lo que me sonaba dentro como un baile de las células para acompañar el mejor de los presagios.
Fue en el paso a este equinoccio de otoño de 2018, pero la película había empezado la víspera. Parece imposible cuántas cosas pueden pasar por querer aprovechar unos minutos libres para sacar el vidrio y los papeles a la basura.
Tengo un modo de coger el llavero cuando acerco la mano al contenedor que delata mi fantasía -“un día se me va a caer ahí dentro”-. Y anteayer me pasó; no exactamente, porque yo tenía el llavero agarrado como siempre, pero se soltó inexplicablemente la llave del coche y oí como impactó en un cartón, y de nuevo la volví a oír en el primer intento de rescatarla. Tac. No había duda.
Lo que pasó y las llamadas que hice desde ese momento, poco más de las dos de la tarde, hasta que me acosté, no lo voy a explicar. Sólo diré que estuve durante horas, con ayuda y sin ayuda, tratando de conseguir dar con la llave sacando cosas del contenedor, que llené la acera de cartones y papeles, que llegué a dejar de ser consciente de mi estampa hurgando en la basura, y que hice más de cincuenta llamadas de teléfono, a cuenta de las cuales me llevé varios sofocos y aprendí cosas. Y que tengo un tema que podría tener consecuencias penales porque la que por fin me dio más datos concretos del 010 y que se presentaba como la jefa en ese momento, pretendía convencerme de que lo que yo necesitaba sólo podía organizarse de forma privada y que era costoso, porque había que contratar tres operarios y un camión grúa, además de que los permisos requerían el pago de unas tasas.
Lo que sí debo explicar, para que se entienda la magnitud de la cosa es que no tenía llave de repuesto en ningún lugar -hasta con la anterior dueña del coche hablé-. Y la guinda: el número de bastidor del coche, obligatorio para recuperar las claves necesarias para rehacer la llave en una situación así, estaba tapado con un papelito de los de aparcamiento.
Un detalle que me gusta resaltar es que ese día me había salido la Estrella y, mientras yo me veía en el centro del laberinto sin encontrar la salida por más vueltas que daba, recibía en Facebook comentarios en el sentido de reforzar aquella idea de que el terror ya había pasado y que ahora se trataba de seguir las señales afortunadas. Así que yo me agarraba como una fiera a la idea de que todo eso ya estaba llamado a ser pasado y me veía con la llave en la mano y abriendo el coche, como así fue, después de seguir la señal adecuada.
La Estrella en este caso fue Paz Pilarte, a la sazón una trabajadora del Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón que conozco desde que era pequeñita y que más parece un hada, de la alegría que tiene y de las puertas que se le abren a cada paso. Hablé con ella ya de anochecida y quedó en ocuparse cuando llegara al día siguiente a su puesto de trabajo -debió ser lo primero que hizo, y con tan buena suerte que parece de cuento. La cadena de causalidades para que su buen hacer llegara adonde llegó, merece entrada aparte. La cuestión es que después de varias carambolas me llamó para que fuera inmediatamente al contenedor. Allí estaba una grúa preparándose para sacar la bolsa, y a continuación llegó un camión sobre el que dejaron suspendido aquel plasticazo de casi cinco metros de hondo, fruncido por abajo y que Irene, Ismael, Marcos y Ruben, fueron abriendo de a poquito y sacando y revisando cada cosa. Fue ella la que encontró la llave. No habían pasado ni tres minutos desde que los cuatro empezaron a “peinar” aquello -Esto no es, ¿no? dijo Irene con la mirada verde brillante y un gesto como si se le estuvieran riendo los huesos, con la llave en la mano. Las risas de todos las llevo conmigo. La más sonora la de Enrique, el capataz.
Dejo por aquí la canción que me sigue sonando y bailando dentro. Gracias, gracias, gracias.

https://www.youtube.com/watch?v=xVVqlm8Fq3Y

No es el mar ni eres tú…

No es tanto el mar, es su espuma que brilla:
son las chispas de luz de sol, y el cielo…
No es tanto el mar, es la piel con un velo
salado y de humedad sin mascarilla…

No es tanto el mar, ya ves, sino la orilla,
el ritmo de su música y su celo;
Mas que el mar, es la brisa y el consuelo
de un danzar que me expande y que me ovilla…

No es el mar, no eres tú, ni son las rosas,
lo que me lleva a mí si estoy perdida
No es tu tacto de amor y mariposas,

ni el mar, ni aún el verano; ni es tu herida,
lo que me lleva a ti, son otras cosas
que no puedo explicar, así es la vida.

#pasionesdeverano

Ripios

No deja de llover y sigue oscuro
–tan quieta estoy que ni me desperezo
por soñarme en mi sueño…- y me tropiezo
con este despertar, áspero, duro…

Y más quieta me quedo, y así abjuro
de tanta realidad, y lluevo, y rezo
por no perder las flores del cerezo
ni la certeza inmensa que ahora apuro

(….la vida era un jardín, contigo en danza;
desplegabas colores imposibles…)
-la mañana está oscura y no me alcanza

a explicar tu alegría y mi alabanza,
ni a escuchar esas músicas visibles
de pétalos, de voz, de amor sin lanza… (8 de mayo de 2016)

Cuando busco una certeza
de palabras dibujada,
sólo sé que no sé nada
y juro que no es pereza:
me da vueltas la cabeza
y no escucho al corazón.
Proclamo así, en conclusión,
que el sol va a salir seguro.
Y que estoy aquí, lo juro,
por si encuentras la ocasión.  8 de mayo de 2015

 

 

Me derrite hoy el mar, en su grandeza,
y me deshago toda en amor cierto
-más allá de un dolor, aún encubierto,
que en el agua y la sal se despereza.
Hoy el mar me recuerda con justeza
mis excusas del miedo hacia lo muerto
para andar evitando entrar al puerto
de cada sensación y de su alteza.
Hoy me sacude el mar y me espabila
juntando las verdades del verano:
se hace fiero el dolor cuando vigila
no dejarse sentir; si viene a mano
invítate a vivir lo que destila,
porque es amor sin más, en paz, liviano… (9 sept 2018)

 

Ahora sé -qué lujo-
que no es momento de pedir permiso,
ni de acudir a un brujo;
Sino apostar conciso
por la verdad, guste o no guste, aviso. (14.3.14)

***

Me produce descanso
abrirme a la verdad sin hacer trampa.
El fuego se hace manso
y el arco iris campa,
cuando la claridad mueve otra champa. 13.3.14

***

Me asustó la negrura
y se lo dije al ángel, que en un quiebro
arropó mi bravura.
Cada vez que celebro
la fuerza de su apoyo, me vertebro. 2.3.14

***

Suéltalo ya y que la luna lo merme;
me refiero a la pena, a las excusas,
a lo que sobra y pesa, a cada intrusa
que estorba al corazón y que lo duerme.

Mañana es luna nueva y va hablar Hermes
para quien pueda oír, cantarán musas
en los oídos hasta de las reclusas.
-Rezo a una Virgen Negra, estoy inerme.

La pureza es total, va a entrar lo nuevo
y se une en oración un mundo entero.
Viene una luna, dicen, de relevo,

de esperanza, de adiós al can cerbero.
Se libera el amor y me conmuevo
de atreverme a vivirlo por entero.
😉 1.3.14

 

Hay un ángel en África que sabe
hablar al corazón en la distancia;
su presencia despliega una fragancia
de amor sin condiciones; más no cabe.

Su mensaje es a veces un jarabe
que cura los dolores; su elegancia,
un aura de templanza y una estancia
de magia y de verdad -que no se acabe-.

Él habla para todos y me ofrece
palabras claras para recordarte
que ahora esta vida tuya se merece

motivación y abundancia; ese arte
de ocupar tu lugar, el que te mece,
te regala y disfruta con mimarte. 2.3.14

 

Te invito a este ritual
para que pidas fuerte; será un viaje
para soltar el mal
y alcanzar el coraje;
Nos arropa mi ángel, no hay peaje

***

Quiero hacer una lira
pero, no sé por qué, ya no me sale:
ninguna musa mira
no hay tema que me cale…
No sé por qué lo intento, ya me vale.

***

Esto es un sortilegio;
la luna ayuda, y mi ángel da permiso:
«asumo el privilegio
porque mi alma lo quiso,
de gozar abundancia y compromiso».

***

Precioso y delicado.
así es tu corazón, dale acogida.
Si lo sientes ajado,
o no ves la salida,
busca tu diamante bajo la herida. (22feb14)

***

Mi ángel trae más recados:
que la pista es la alegría, no dudes;
déjate de pecados,
de culpas y ataúdes.
Respira y sé feliz; suenan laudes.

***

Sé que mi ángel está
porque hay señales amables y claras.
Se le oye farfullar:
«si de verdad te amaras,
el cielo estaría aquí; y si me miraras…»… (18 feb 2014)

***

Padre Nuestro y de los desamparados,
que habitas en cada alma y lo ves todo
Padre Nuestro, por Dios, ¿habrá algún modo
de que no nos dirijan desalmados?
–Con tanto por hacer y tantos lados
de la vida en mantillas y en el lodo,
¿a qué tanta atención a quasimodo
y a un títere procaz?– Manda a tus hados
y a tus musas; te ruego, Padre Nuestro,
Y tú, madre inmortal, fuerza sensible,
limpianos del dolor de cada ancestro
con tu impulso lunar irreductible.
Me encomiendo a los dos. Hay tanto vuestro
en lo que ha de nacer, y es tan posible…
😉 16feb2016

***

Dejé de dar por hecho
lo que me merecía y anhelaba.
Salí de ese barbecho
y, si no se me daba,
yo misma lo pedía y lo tomaba.

***

La luna sigue menguando
como expirando una pena;
y el cielo va dibujando
motas de estrella y arena.

Y yo, ensayando un hechizo
digo que si estuvo llena
y en invierno hubo granizo,
pronto toca hierbabuena.
😉 21 feb 2014

***

Extraña luna fría,
dueña de las mareas -caprichosa:
llénanos de ambrosía,
y muéstrate golosa,
y amorosa en la magia, luna mía. (12.2.14)

***

Esperpenta, pobre mía,
¿qué extraña fatalidad
contra tu grácil bondad
se empeña de forma impía
en quitarte la alegría?
¿qué juego zafio y artero,
propio de un titiritero,
quiere cuestionar tu raza?
Cuánto esmero en darte caza,
por Dios; cochino dinero!.. (12.2.16)

***

Mi ángel vuelve a la carga
con un recado para quien lo lea:
«La vida no es larga;
goza y que yo lo vea.
Se te pide ser feliz; así sea». (11-2-14)

***

Mi secreto te doy, luna,
para que crezca contigo;
si lo meces en tu cuna,
se hará verdad lo que digo.

Te lo pido bien despierta
y me lo llevo conmigo
a dormir, a esa otra puerta
de misterio. No hay castigo.

(La luna llena trae premio,
de buena tinta lo digo:
tiene el corazón bohemio,
y a los secretos da abrigo). (11.2.17)

 

***

Te escucho, hazte presente,
-a veces puedo oírte, y también verte-
y dime que te cuente
cómo sigo tan fuerte.
…El secreto es que sueño con moverte… (5-2-14)

 

A quien lea esta lira
le dedico la luz de las estrellas;
que disuelva su ira,
que desmonte querellas,
y muestre a cada paso cosas bellas. (4-2-14)

***

Tanta plata de luna;
tanta nieve tan blanca y tan en nada;
tanto frío… ¿habrá alguna
estrella así incendiada
que nos traiga calor y haga alborada? (4-2-15)

***

Tuvo que ser así, con lluvia fría;
aquel invierno oscuro e inquietante,
de miedo en espiral y pulso errante
-por delante, el abismo; madre mía,

qué terror y que noche todo el día-,
cuando se me brindó aquel Hierofante
a explicarme una clave, tan sedante
como despertadora de alegría.

La Estrella estaba allí y era tan cierta,
tan sólida su guía, tan preciosa
su forma de llevarme hacia esa puerta

llena de tanta luz y tan gloriosa,
que ahora, cuando un miedo me despierta,
sé que viene una fase esplendorosa. (4-2-18)

***

Dicen que aquella gente del Planeta
tan asustada estaba y tan perdida
que nunca más se amó, y la Tierra, herida,
se agostó de tristeza. (La receta

para neutralizar cualquier vendetta
habría sido ver que en esta vida,
hay dolor porque apunta a despedida
y que es sano llorar -más que hacer dieta).

Era tal el sufrir de aquella gente
que se negó a sentir y obvió la ruta.
La noche se instaló calladamente

y la guerra medró, áspera y bruta:
el poder, el dinero y el tridente
arrasaron con todo, hijos de p***. (2-2-16)

***

Luna de sangre, azul, luna de enero
quiero aprender de ti, hoy que estás llena,
a reflejar al Sol -no la barrena,
ni el veneno que mata, ni al cantero

que va con su dolor al mentidero
con piedras para todos en cadena.
Luna en eclipse y redonda, esta arena,
me ayuda a dejar claro lo que quiero:

que mi pasividad sólo refleje
la luz que abre y repara las heridas,
y que mi actividad se desmadeje

en mecer las mareas con las vidas.
Y ofrezco este ritual: «bruja o hereje,
abro al sol mis verdades más dormidas». (31-1-18)

***

Mirame, luna nueva,
y dime si es verdad que apoyas esto.
Si sales de la cueva,
contigo todo apuesto.
Dímelo en sueños, que yo ya me acuesto. (31-1-2014)

***

El instinto te lleva a tu nobleza
y conduce tu ser a tu manada.
El caballo conecta tu alma alada
con tu vida vibrante y tu destreza.

Es momento de avance, no hay pereza
ni miedo, ni rencor, ni pena; nada
que frene tu carrera, eres un hada
dispuesta, hábil, capaz, sana, una alteza.

Atrás quedó el veneno y los reptilles:
la serpiente de antaño ha claudicado
hoy ya es un año nuevo con abriles,

campos, fuerza, verdad, aire irisado.
Te espera lo mejor, siempre que hiles
instinto, corazón, vida y cuidado.

(En Pozuelo al comenzar el Año del Caballo, tras el de la Serpiente, en el calendario Chino). 31-1-2014

***

Me relajo, no hay susto
cuando habla el corazón; toca este transo
que revoca el disgusto.
Es vida y un remanso
que atrapa y oxigena; es un descanso. (31-1-15)

***

Hoy me inquieta el silencio
y, más aún, el ruido que no entiendo.
–De ésta no me licencio:
si pregunto, me vendo;
y, si callo, me quedo no sabiendo. (30-1-16)

***

Año Nuevo del Gallo de Fuego (V)

Detrás de eso hay tanta vida,
–es tan inmenso el espacio
más allá del cartapacio, 
del empeño y de la herida–
y es tan pobre tu guarida,
que se implantó la tristeza
y cuestionó tu grandeza.
Saluda ahora a la ira:
te quiere sacar de gira
con amor y sin pereza. (30-1-17)

***

Que en África está mi amor es buen comienzo
para hacerte leer este soneto.
Eso es fácil de hacer; donde está el reto
es en lograr que prenda. Si convenzo

a varios como tú; si pinto un lienzo
que proyecte cabal lo que prometo;
si cuento a quien lo quiera mi secreto,
y me persuado de que al miedo venzo,

podré cumplir entonces lo que intento:
viajar a Etiopía con soltura,
y que eso regenere allí el sustento

y aquí un aprendizaje: el alimento
del alma es impagable y da cordura,
amor, razón, salud, magia y contento.

***

África a mí me inspira
en la piel el latido de la tierra
pero lo paso a lira
por suavizar la guerra
que me late y la ausencia que se aferra.

***

El Año del Gallo de Fuego III

Espera lo inesperado
aunque no siempre te guste
y encima no tenga fuste. 
Tú sólo presta cuidado
en sentirte en ti, ordenado
de corazón y sesera.
Los demás, a su manera,
están haciendo su parte
en Venus, la luna o Marte,
–cada cual con su quimera. (29-1-17)

***

El Año del Gallo de Fuego (IV)

Todo es para que despiertes
y vivas lo que mereces
sin melindres ni memeces.
No se trata de que aciertes
sobre destinos y suertes,
se trata de despertar
–de vivir, ser, expresar-
a quien eres, cada instante.
Se está puliendo el diamante,
el destino es caminar. (29-1-2017)

***

El Tarot sabe cosas
que viene bien saber. A mi ángel pido
mostrarlas amorosas,
y construir un nido
que incube tanto bien, ya merecido. (28-1-14)

***

La clave es la alegría
Si te pone contento, ve adelante.
El cuerpo, cada día,
te muestra algún talante
que te ayuda a escoger, y tan campante. (28-1-2015)

***

El Año del Gallo de Fuego II

Te negaron cien mil veces
antes del gallo de fuego,
y te prestaste a ese juego
de creer que no mereces
lo que, en rigor y con creces,
es tuyo y quiere abrigarte.
Es tiempo de emanciparte,
a un despertar saludable
y entender que ser amable
empieza en ti, y es un arte. (28-1-17)

***

Lo que dejo hacia atrás me da el impulso
preciso, imprescindible, hacia mi anhelo:
el aire me alivió -al aire vuelo-;
del fuego renací y allí eché un pulso

a un demonio, antes terrible luego insulso.
Y después, agua abajo del deshielo,
en la tierra, una voz como del Cielo
me dijo aprende esto: «me apoyo y me propulso;

ya no me agarro a nada, voy de paso;
sólo el amor en su capricho extraño
ha de ser la amalgama; no hay fracaso

ni ahogo, ni rencor, ni el menor daño
cuando entro al corazón y ahí me abraso».
A ver si me lo aprendo; es oro en paño. (27-1-18)

***

Me hace bien casar rimas
y a mi ángel, créeme, sé que le gusta.
Él me lleva a las cimas
donde nada me asusta;
si rimo con verdad, me hago robusta. (27-1-2014)

***

Necesito unas rimas
para poner en paz mi último susto.
Aun si en sueños me mimas
y se me va el disgusto,
por ahora el silencio es lo más justo.

***

Palabras de templanza
que ayuden a mirar dónde te duele.
y luego, si me alcanza,
si el dolor no me muele,
te preparo un caldito, Dios lo cuele. (26-1-2015)

***

La verdad y el respeto
me llevan donde quiera. No hay reproche,
ni artimaña, ni reto
que valga en esta noche.
De limpieza y de luna te hago un broche. (25-1-2015)
😉

***

El Año del Gallo de Fuego I

La luna nueva despierta
al gallo, y el gallo a todos,
ajustando de mil modos
lo que promete esta puerta
–fogosa en ímpetu y cierta
como un sol de amanecida
que restaña cada herida.
(Viene un año nuevo a China,
a Bilbao y a La Latina,
que es un impulso a la vida). (25-1-2017)
😉

***

Creo que le divierto.
-Mi ángel, al verme, se dobla de risa-
porque voy: «¡eh, no he muerto!»
Su aura emana una brisa
de paz que dice: «relax, Artemisa»

***

Pongo un límite, y quiebro
mi posado, mi historia y lo esperable.
Y luego lo celebro
sabiendo que lo amable
incluye no aceptar lo inaceptable. (23-1-2015)

***

Confía, ya estás cerca
-dice mi ángel- ¿lo ves? estás llegando.
Yo a veces soy muy terca
y le hablo renegando,
pero esta vez me sorprendo cantando.

***

Dale. Si está en tu mano,
es que está para ti; ve sin permiso.
Basta de vivir vano,
fin de lo viejo, aviso.
Empieza ahora lo bueno, alguien lo quiso. (22-1-2014)

***

Era allí tan inmensa la alegría,
tan brillante la luz, tan limpio el mar;
tan fácil recibir, tan fácil dar…
De música y amor sin fantasía

se nutrían los pájaros, y el día
encendía la piel con un cantar
de los cantares desde el alma. «Amar
es aquí tan sencillo», me decía…

(Ha vuelto a ser un sueño, lo confieso,
y los sueños son sueños, es verdad.
Pero debo decirte que hasta el hueso,

-hasta el tuétano mismo, en realidad-
como dicen, se ha vuelto «pan con queso»-
un algo del Edén y su unidad). (21-1-2018)

***

Viene mi ángel y dice:
«la vida es abundante, no confundas
lo que a otros erotice»;
e insiste: «tú fecundas
riqueza de verdad, joyas oriundas». (21-1-2014)

***

Siembro en la noche oscura
la alegría de ver que hay mil sorpresas
en danza y a la altura
de todas las promesas.
Siembro, que hay luna nueva entre las dehesas. (21-1-2015)

***

Erase que una posibilidad
te hacía señas desde el horizonte,
pero tú, de gimnasio, hecho un bisonte,
a lo tuyo en tu fuerza y terquedad.

Llegaba bella y ancha  la verdad
libre total de esfuerzos y de monte,
y tú, que nada, venga a hacer afronte
contra trabas de angustia y de maldad…

Has de saber que ha de cambiar el cuento
tomando lo que viene, a manos llenas
-di que contra lo grande no hay ungüento

y están buscando abrazo hasta las penas-:
déjate de aparatos contra el viento
y que fluya la vida por tus venas. /20-1-2018)

***

En lo oscuro está la luna
lista para dar arrullo
a lo nuevo en una cuna.

En lo oscuro, a la de una,

En lo oscuro está la luna
lista para dar arrullo
a lo nuevo en una cuna.

En lo oscuro, a la de una, 
la música, en un murmullo,
no se parece a ninguna.

En lo oscuro, qué tontuna,
-si sigo más, me aturullo-
hoy empieza la fortuna.  (20-1-2015)

***

Si la luna se lleva
de esta rara canción lo que está viejo,
me dejará ser nueva
delante de tu espejo,
y podremos brindar -me sé un manejo. (19-1-15)

***

El ángel de las cartas
se mira en ti y en tu avance hacia el Todo.
Cuando ve que te apartas
del que es tu propio modo,
acuna tu alma, tu amor y tu lodo. (19-1-14)

***

Gracias por la visita;
esperaba tu ayuda en esta lira;
si me das la manita,
ahora que nadie mira,
escribo lo que digas, no es mentira (17-1-2014)

***

Para estar en tu lugar
-los demás están cogidos
y no son tan divertidos-
sólo tienes que soltar
lo que te impide bailar.
Si eliges tú la canción
y te mueve el corazón,
ya no hay vértigo ni abismo
ni miedo de ser tu mismo;
que el disfrute sea el timón. (17-1-2016)

***

Tengo algo que contarte;
pero no sé muy bien de qué se trata:
«la vida es más que arte»,
«lo que no das, te mata»,
o -yo que sé- «sol, oro; luna, plata». (17-1-2015)

***

Mi ángel vuelve esta noche
a pedirme que por favor te diga
que aprecies el derroche
de amor y luz amiga
en toda la creación; que te bendiga (16-1-2014)

***

De piano y de agua clara
es la espuma que se oye entre las rocas.
La música no para
y las danzantes locas
consiguen de la luna lo que invocas (16-1-15)

***

Luna menguante, hoy descanso
en esto de ser libre y ser tu esclava
-con tu nombre me amanso
y el sol me hace más brava-.
Soy agua y soy amor, y también lava. (14-1-2018)

***

Pide a la luna ayuda
y suelta lo que pesa y entorpece
Afloja, desanuda,
baila, camina, mece…
Y luego, en luna nueva, siembra y crece (13-1-18)

***

Te propongo este sueño:
una Tierra con luz, niños jugando;
y amor en el empeño
de lo que está empezando.
Riqueza y fluidez; tú y yo bailando. (15-1-2014)

***

Luna redonda de enero,
reina de ciclos y sueños
pequeños y no pequeños,
pon bajo tu candelero
para el tiempo venidero
lo que genere verdad,
pan, belleza y libertad,
Y que se vuelva concreto
lo que sólo es un boceto
de amor, vida y dignidad. 11-1-2017

***

Mágico 2017 (III)

Por si en verso me haces caso,
insisto con mi mensaje:
en el comienzo del viaje 
es vital que a cada paso
te digas: «ahora amaso
la alegría de crear
lo que me atrevo a soñar».
Es tiempo de cabañuelas:
disfruta las entretelas
de toda la creación,
y escucha tu inspiración.
Este año vas que vuelas. (8-1-2017)

***

Mientras mengüe la luna,
algo habrá que soltar, lo digo en serio.
Las penas, una a una;
un viejo cautiverio,
y las locas barreras del imperio. 13-1-2015

***